Hoteles y clubes en todo el mundo han confirmado que la existencia de un área para el cuidado personal o Spa aumenta las reservas; por lo cual han comenzado a adaptar sus ofertas para satisfacer esta necesidad. Aunque el Spa no es el foco del hotel, complementa los ingresos de alojamiento, alimentos y bebidas, y genera una ventaja competitiva frente a los hoteles y clubes que no lo tienen o presentan una oferta Spa inadecuada.
El perfil del consumidor de servicios de bienestar en los hoteles exige una oferta novedosa de tratamientos, cosméticos efectivos y personal especializado principalmente en técnicas manuales.